viernes, septiembre 01, 2006

Rusia 2006


Campeonato Mundial del Fútbol Femenino Sub-20 de la FIFA

La suerte sonrió a las asiáticas en los últimos minutos


Las jugadoras de la RDP de Corea celebran eufóricas su triunfo ante Brasil en las semifinales de Rusia 2006.
Alex Morton
ACTION IMAGES

(FIFA.com) 31 ago 2006

El Campeonato Mundial del Fútbol Femenino Sub-20 de la FIFA 2006 tendrá una final cien por cien asiática. La RDP de Corea y la RP China se disputarán el título el domingo 3 de septiembre en el estadio Lokomotiv de Moscú. El combinado norcoreano derrotó a Brasil por 1-0 y se plantó en la final en su primera participación en un campeonato mundial. Por su parte, la selección auriverde vuelve a caer en semifinales por tercera vez consecutiva. La RDP China forzó la tanda de penales ante una inspirada selección estadounidense y acabó llevándose la victoria gracias al lanzamiento fallido de Lauren Cheney.

Brasil puso la primera nota de color en una tarde de jueves que se presentó gris y lluviosa en Moscú. Antes de la semifinal contra la RDP de Corea, algunas de las jugadoras sudamericanas se adornaron el pelo con extensiones de diferentes colores. Así, la portera Barbara lució una cabellera azul y las melenas de Maurine y Monica ondearon al viento un pelo con reflejos rubio platino, mientras que Erika optó por el naranja. Como ya ocurriera en los cuartos de final, las canarinhas contaron con el apoyo de Vagner Love, la estrella brasileña del CSKA de Moscú, que vibró con su selección en la grada y, por cierto, apareció también con el pelo azul.

El estadio del Lokomotiv de Moscú acogió un partido por primera vez en el certamen. Con su atractivo colorido y su espectacular cubierta, el magnífico coliseo, que acogerá también la final y el partido por el tercer y cuarto puesto, constituyó un magnífico escenario para las dos semifinales.

Sólo el clima estropeó un poco el espectáculo, ya que la lluvia cayó sin cesar durante toda la tarde. La humedad y el frío parecieron afectar sobre todo a las brasileñas, que en ningún tiempo se sintieron cómodas sobre el campo.

En el último suspiro
La RDP de Corea dominó el choque y gozó de las mejores oportunidades. Las asiáticas contaron de nuevo con el ruidoso apoyo de su afición, que inundó el estadio con sus cánticos. En el templo del fútbol moscovita por excelencia, la hinchada norcoreana se hizo oír más que en ninguna de las citas anteriores. Brasil sufrió con la presión que ejercieron las asiáticas y apenas llevó peligro al área rival. La clara superioridad de la RDP de Corea, especialmente en la primera mitad, se puso de manifiesto en una curiosa escena, cuando una bandada de pájaros se paseó durante varios minutos sin ser molestada por el área de la portera Jon Myong Hui.

A tres minutos del final, cuando todo parecía indicar que se llegaría a la prórroga, Ri Un Hyang aprovechó un saque de esquina para marcar el gol de la victoria para las norcoreanas. El conjunto asiático continúa así con su impensable aventura hacia la gloria, que pocos esperaban en el equipo antes del certamen. En cualquier caso, las felicitaciones patrias comenzaron a llegar inmediatamente después del partido, aunque lo hicieron en el momento menos oportuno. Después de que se conminase a todos los periodistas a desconectar sus teléfonos móviles en la rueda de prensa, un aparato comenzó a resonar en la sala. Su dueño resultó ser el seleccionador Choe Kwang Sok, quien, sorprendido, lo extrajo de su bolsillo y esperó a que acabase el acto para atender a la impaciente llamada.

La estadounidense Tina di Martino trata de consolar a su compañera Lauren Cheney (izq) después de que su error desde el punto de penal supusiese la derrota ante China.
La estadounidense Tina di Martino trata de consolar a su compañera Lauren Cheney (izq) después de que su error desde el punto de penal supusiese la derrota ante China.
(ACTION IMAGES)
Alex Morton
La suerte de los penales se alía con la RP China
El otro encuentro de la tarde enfrentó a Estados Unidos y RP China. Tras un duelo disputado a cara de perro se llegó sin goles al final del tiempo reglamentado. Los dos equipos se emplearon al máximo sobre un terreno de juego encharcado por la lluvia. El seleccionador estadounidense, Tim Schulz, volvió a modificar notablemente su equipo e introdujo cinco cambios con respecto al anterior encuentro. Sorprendió que dejase en el banquillo a Kelley O'Hara, Amy Rodríguez y Danesha Adams, tres de sus goleadoras, y a Amanda Poach, la jugadora más destacada del partido de cuartos de final frente a Alemania.

Con todo, Estados Unidos se mostró superior a lo largo de todo el partido. Las norteamericanas tuvieron las ideas más claras y gozaron de bastantes más oportunidades que sus rivales. La mayor parte del tiempo, el combinado chino se limitó a defenderse, y su jugadora Ma Xiaoxu, la estrella del certamen hasta ahora, pasó desapercibida. Con la entrada de Poach, O'Hara y Adams en la segunda parte se incrementó el dominio norteamericano y se produjeron nuevas ocasiones, pero las estadounidenses no pudieron festejar el ansiado gol.

Así se llegó a la prórroga. La superioridad de Estados Unidos se hizo más evidente si cabe sobre el pesado y resbaladizo césped, pero las norteamericanas desaprovecharon multitud de oportunidades claras. Simplemente, el balón no quiso entrar. Las jugadoras chinas se veían totalmente desarboladas, pero lucharon hasta la extenuación y al término de los 120 minutos celebraron el empate con los brazos en alto. El ganador se decidiría en la lotería de los penales.

El destino jugaba esta noche a favor de los equipos asiáticos. Lauren Cheney estrelló el penal decisivo en el larguero y las estadounidenses aprendieron de la forma más dolorosa un viejo dicho de la sabiduría futbolística: cuando no se aprovechan las ocasiones, se acaba perdiendo.

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